Terraza de café por la noche Vincent van Gogh
El pintor holandés Vincent van Gogh es el autor del cuadro Terraza de café por la noche, obra de arte que también se conoce como Terraza del café de la Place du Forum en Arlés por la noche y que este artista la realizó en la localidad de Arlés, en el mes de septiembre de 1888, con la que pudo representar el ambiente propio de una terraza, aunque en realidad trató de expresar sus impresiones acerca de la Francia meridional de aquel entonces, mediante la representación de un café en la ciudad de Arlés, conocido para aquel momento como «Café Terrace», pero que después fue renombrado como «Café Van Gogh». Se trata de un trabajo que hizo antes que llegara a su morada el artista francés Paul Gaugin.
Los colores cálidos junto a una perspectiva que indica cierta profundidad, marcan el estilo con el que realizó esta composición pictórica, que por cierto es la primera en la que este artista usó un fondo cargado de estrellas, precediendo así a La noche estrellada y a La noche estrellada sobre el Ródano, en las que el pintor trató de destacar a una noche iluminada, buscando imprimir alegría y colorido al entorno nocturno, lo que transmite optimismo al espectador mientras contrasta con la atmósfera de tristeza que impera en este café, aspecto poco habitual en los trabajos realizados por Van Gogh.
¿Qué ocurre en esta escena?
Podemos observar que la terraza del café tiene actividad en horas nocturnas y bajo la iluminación artificial están algunos clientes que son atendidos por una mesera, mientras que otras personas son transeúntes. Hacia el otro lado de esta obra visualizamos una calle, a través de la que se acerca un coche conducido por su cochero correspondiente (quien usa un sombrero) y tirado por un caballo de color blanco. Asimismo, se puede apreciar una iglesia y sobre esta el cielo azul con estrellas blancas que en el centro se tornan amarillas.
Cualidades artísticas de esta pintura
Siguiendo la tendencia de los artistas fieles al impresionismo, Van Gogh usó la técnica del impasto en óleo para esta composición abierta que posee muchas figuras verticales, diagonales, horizontales y ovaladas, con las que definió a los distintos objetos que se pueden observar. Asimismo, un conjunto de colores primarios, secundarios y complementarios son protagonistas ante las líneas de estos objetos.
Es necesario destacar que los colores amarillo y azul se consiguen en muchas secciones de esta pintura. El primero de estos abunda en la terraza mientras que el azul es visible en las fachadas de las viviendas y en el cielo. Con estos dos colores emerge el verde, pero el naranja se ubica en determinadas ventanas y puertas.
Las pinceladas que fueron aplicadas por Van Gogh se ponen de manifiesto en la terraza, las cuales realizó con soltura pero sin descuidar los detalles, para definir gráficamente a los objetos como las patas de los veladores y las sillas. Para mostrar a los adoquines la pincelada fue algo sinuosa, a tal punto que parecen unas orugas vistas con una coloración oscura desde un primer plano, pero los adoquines más lejanos se ven amarillos y anaranjados.
Van Gogh tuvo el ingenio de emplear y reunir dos tipos de iluminación. Una de ellas es la artificial concentrada en la lámpara de luz amarilla ubicada hacia el interior del café, produciendo sombras de tonalidad morada, mientras que la representación de la luz natural es notoria en la calle bajo la influencia de la noche estrellada.
La profundidad del cuadro se enmarca dentro de una perspectiva geométrica y con la combinación de los tipos de iluminación anteriormente mencionados. Y es con esta perspectiva que el observador puede distinguir la línea formada por la terraza y la otra línea blanca generada por los veladores, aparte de la forma en que se estrechan las calles.
Los distintos tonos de luz son parte de la profundidad expresada por Van Gogh, ya que así se puede dividir este cuadro en zonas: Una de estas es la que tiene a los adoquines con una sombra de tonalidad morada e iluminada parcialmente.
La siguiente zona tiene mayor iluminación y abarca la terraza. Posteriormente, un árbol verde sirve como transición hacia otra pared de color azul con menos luminosidad y por último, la calle que está bajo una luz tenue, propia de las horas nocturnas, pero hacia el final de la misma justo donde vemos al coche con el caballo, se observa una ligera luz azulada que viene desde el cielo, gracias a las estrellas de color blanco en los extremos y amarillo hacia el centro, que por cierto coinciden con la forma diagonal de la calle, lo cual demuestra que Van Gogh buscaba imponer ese lado creativo a sus obras, ya que no sentía la necesidad de apegarse demasiado a la realidad.
Van Gogh y su peculiar manera de pintar
El trabajo de este artista se caracteriza por su alto atractivo visual y expresivo, gracias a una pincelada cargada de carácter y exaltación, algo de lo que no escapa la composición pictórica Terraza de café por la noche, en la que la técnica del impasto proporciona vida a este cuadro, porque destina una gran manifestación de emotividad, que expone los sentimientos profundos del pintor holandés con mucha franqueza y sinceridad.
Esta manera de pintar que formó parte de diversas creaciones artísticas pertenecientes al impresionismo, tuvo mucha relevancia durante en el siglo XX, porque quienes formaban parte de este movimiento veían en el impasto una fuente de espontaneidad, ritmo y espacialidad en sus lienzos, lo que popularizaron Van Gogh y Monet. Para muchos pintores en la actualidad, esta técnica puede ser la única con la que se puede hacer una pintura al óleo, motivo por el que la influencia de estos pintores se hace sentir hasta nuestros días.
Artistas como Van Gogh se caracterizaban por conocer profundamente sobre distintas técnicas de pintura, lo que hace que su trabajo sea muy original, dejando a un lado cualquier limitación estética y creativa que pueda servir como un obstáculo para proyectar sus ambiciones e intereses personales, porque tuvo la capacidad de desarrollar su forma particular de trabajar.